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Espacio Consejos

Desde la primera ecografía hasta aprender a usar el orinal, pasando por la elección de la silla para coche... ¡Respondemos a tus dudas en todo lo que se refiere a tu hijo y a ti!

Consejos para transportar a tu bebé

Para que tu bebé disfrutelos beneficios derivados de su porteo al regazo de su progenitor, ¡presta atención y elige los accesorios que mejor se adaptan a ti! Fular portabebés con aro o para anudar, portabebés clásico, portabebés fisiológico, cuentas con un buen número de alternativas. Vamos a hacer un pequeño recorrido por las diferentes opciones para que encuentres la que mejor se adapta a vosotros.

Nuestra gama de portabebés:

Portabebés fisiológico: la opción de los especialistas

El portabebés fisiológico, también conocido como portabebés ergonómico, se caracteriza por dar prioridad a la posición fisiológica del bebé, así como a la adecuada posición de transporte del adulto. Apoyado en la espalda, la barriga y las caderas, el bebé se acomodará en su posición favorita de una forma confortable, similar a la que mantenía dentro de la barriga de la mamá. Así, evitando esfuerzos musculares y molestias en la zona del cuello, el bebé soportará el peso de la cabeza con una mayor facilidad.

Todos los portabebés
  • No Fisiológica
  • Fisiológica

¿A qué nos referimos cuando hablamos de la posición fisiológica del bebé?

Conocemos como posición fisiológica del bebé aquella en la que el pequeño mantiene su espalda ligeramente arqueada, con sus rodillas levantadas y sus extremidades flexionadas, asemejándose a la posición que mantenía dentro de la barriga de la madre. Esta posición, también conocida como posición de la ranita, es ideal para el porteo del bebé, facilitando la sujeción de su cabeza. El balanceo natural que se produce durante el porteo ejerce un efecto relajante sobre el sistema muscular, promoviendo el sueño y el descanso del bebé. Y además, esta posición contribuye a reducir gases y cólicos, favoreciendo también así una mejor digestión de tu pequeño.

Portabebés clásico: cómo identificarlo

Resistiendo el paso del tiempo y adaptándose a las diferentes fases del bebé, el portabebés clásico es el más común de los portabebés. Aunque algunos de ellos pueden usarse desde el nacimiento de tu pequeño gracias a un sistema que se sitúa tras la nuca del bebé para ofrecerle una adecuada sujeción, los modelos más habituales están pensados para ser usados a partir del momento en que tu bebé consigue mantener la cabeza por sí solo.

Todos los portabebés

El porteo del bebé de frente al sentido de la marcha: consideraciones a tener en cuenta

Al acomodar a tu bebé de frente le ofreces la ocasión de observar el mundo que le rodea e interactuar de primera mano. En todo caso debes saber que esta posición está recomendada durante periodos de tiempo no superiores a 20 minutos, y siempre que el bebé consiga mantener el peso de su cabeza de forma autónoma. Permanece atenta para evitar la sobreestimulación del bebé y, si ves que se cansa, no dudes en cambiar su posición para hacerle sentirse protegido y abrazado por ti.

Consejos para anudar el fular portabebés

A la hora de anudar tu fular portabebés, tienes muchas técnicas donde elegir: anudarlo delante, en la espalda, estilo canguro, hamaca… Existen vídeos tutoriales en internet donde puedes aprender todos los secretos de cada uno de estos nudos. ¡Pruébalos y elige el que mejor se adapta a ti! Además, puedes también elegir entre las diferentes materias para tu fular, ya que podrás disponer de un fular de sarga cruzada resistente y confortable, uno de punto, de licra ligera que con un solo nudo se mantendrá en su lugar...

Fular portabebés
  • No Fisiológica
  • Fisiológica

¿A qué nos referimos cuando hablamos de la posición fisiológica del bebé?

Conocemos como posición fisiológica del bebé aquella en la que el pequeño mantiene su espalda ligeramente arqueada, con sus rodillas levantadas y sus extremidades flexionadas, asemejándose a la posición que mantenía dentro de la barriga de la madre. Esta posición, también conocida como posición de la ranita, es ideal para el porteo del bebé, facilitando la sujeción de su cabeza. El balanceo natural que se produce durante el porteo ejerce un efecto relajante sobre el sistema muscular, promoviendo el sueño y el descanso del bebé. Y además, esta posición contribuye a reducir gases y cólicos, favoreciendo también así una mejor digestión de tu pequeño.