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Desde la primera ecografía hasta aprender a usar el orinal, pasando por la elección de la silla para coche... ¡Respondemos a tus dudas en todo lo que se refiere a tu hijo y a ti!

La vuelta al trabajo tras la llegada del bebé

Recomendaciones para una nueva organización


Unas décadas atrás, todo era "muy claro": ¡quien trabaja es papá y quien se queda en casa con los niños es mamá! Pero tras mayo del 68, las mujeres han ido conquistando una mayor equidad en la distribución de responsabilidades y autonomía a la hora de decidir si se quiere ser madre y si se quiere trabajar. A continuación de ofrecemos algunos recursos prácticos e ingeniosos, así como una serie de aspectos a no olvidar para conciliar con tranquilidad la vida laboral y familiar.

Dónde dejar al bebé: elegir la mejor opción


Guardería, jardín de infancia, escuela infantil, canguro, una chica en régimen au pair, y todo un sinfín de posibilidades para que elijas la que mejor se ajusta a tus necesidades y que puedas trabajar sin preocupaciones, teniendo siempre en cuenta dos puntos clave: la confianza y la planificación.

Dispones de opciones para cuidar a tu pequeño en compañía de otros peques. En este caso tendrás que pensar realizar la correspondiente inscripción ya durante en embarazo. Y cuando finalmente tengas garantizada su plaza, siempre será posible que caiga enfermo: podrás recurrir entonces a una solución rápida, ¡recurre a una buena amiga o a los abuelos!

Dispones de opciones para cuidar a tu pequeño de forma individual, que implicarán otras preocupaciones, ya que la responsabilidad por tu pequeño tesoro quedará a cargo de una misma persona, ¡así que habrá que tener un especial cuidado a la hora de elegir a la persona a ayudarte a cuidar a tu pequeñín! Tu aprobación es imprescindible, pero no lo único. Hazle una entrevista en la que no dejes ninguna pregunta por hacer: cuantas más cosas os queden claras desde el inicio, más tranquila estarás después. Lo mejor será dejar claros todos los aspectos importantes desde el principio. Cuanta más confianza tengas desde el primer momento, más tranquila te irás después al trabajo. La mejor de las pruebas será tu propio hijo: si cuando vas a recogerlo lo encuentras con una sonrisa es señal de que has encontrado la canguro adecuada ¡así que está tranquila!

Sea cual sea la opción que tomes, nuestro mejor consejo será que, una vez que llegues a casa, dejes los problemas del trabajo en la puerta. "Al principio me llevaba el trabajo a casa para intentar recuperar tiempo" indica Anne, la mamá de Clément y asociada en una notaría. "Pero acababa por ser complicado, mi bebé lloraba mucho y dejé de hacerlo. Actualmente, en lugar de 12h. como antes del embarazo, ¡trabajo "solamente" 10h! Era difícil para mis asociados al inicio, ¡pero lo llevo bien!".

Organizarse en casa y dejar que todo fluya


Todo el mundo lo sabe: cuando los padres salen del trabajo, empiezan a "trabajar en casa" con su agenda de tareas diarias tales como cocinar, bañar a los peques ¡y jugar con ellos!

Lo mejor para tu tranquilidad será organizar tus prioridades!

Tal como Sophie, aprenderás que el bebé puede sobrevivir a un día sin baño: "al principio, quería hacerlo todo bien, ¡pero después pensé que no valía la pena que mi segunda jornada de trabajo fuese tan estresante como la primera!" Delphine por su parte le da baño antes de acostarle, haciendo de esta rutina un paso obligado de relax para todos.

Tienes también la posibilidad de tener tu niñera en tu casa, tal como Anne: "cuando vuelvo a casa, Clément ya ha tomado su baño, la comida está lista ¡y puedo dedicarme a él por completo!" Una solución práctica que tiene un precio, es cierto, pero que podrás considerar especialmente si tienes dos o tres niños de quien cuidar.

Y para ganar algún tiempo durante la noche, podrás preparar y congelar pequeñas dosis de comiditas durante el fin de semana, para que durante la semana sólo tengas que recalentarlas cuando vuelvas a casa.

Volver al trabajo va a exigirte algunos ajustes en casa, en la oficina, la guardería o con la niñera para hacerte la vida más fácil. Poco a poco las nuevas rutinas se irán asimilando ¡y dejarás atrás esa sensación de estar siempre con prisa!