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¿Por qué los niños se chupan el pulgar?

¿Por qué los niños se chupan el pulgar?

La acción de chuparse los dedos es una reacción involuntaria de los niños ante situaciones estresantes o negativas creando lo que denominan los pediatras “succión no nutritiva”. De hecho, muchos niños son cazados en el vientre materno con unos uno de sus dedos en la boca, sea de las manos o de los pies. Además, chupar el pulgar puede indicarnos las emociones de nuestros hijos. En la mayoría de los casos, un niño se chupa el dedo para relajarse antes de dormir o si tiene mucha hambre. Todo ello es un hábito muy común en niños de 0 a 24 meses y por lo general tiende a desaparecer solo con la llegada de la madurez.

Causas subyacentes del hábito 


No existe una teoría que respalde la idea de que chuparse el pulgar esté vinculado a patologías o traumas en la niñez. Los bebés hacen de esto un hábito porque es su forma más rápida de sentir tranquilidad. Incluso pueden hacerlo no solo en momentos de estrés o llanto, sino también para quedarse dormidos. Neuronalmente, el dedo es la representación de la protección materna y la supervivencia. La succión es una de las primeras acciones que aprenden para alimentarse por lo que les proporciona confort, ya que al comer se sienten felices y saciados. Es por eso que emocionalmente lo vinculan con algo seguro y positivo.

Atracción hacia el chupete


El chupete es un excelente aliado para los papás que buscan proporcionar métodos más seguros para que sus hijos puedan succionar sin riesgo a que sufran enfermedades como lo son las infecciones. Si bien es cierto que los bebés se llevan todo a la boca, está es una acción involuntaria y totalmente natural, de ahí que se vean atraídos totalmente por el chupete. Dicha atracción se mantendrá por un tiempo, porque el chupete los ayuda a mantenerse tranquilos ante los estímulos del entorno.

Consecuencias a largo plazo de chuparse el pulgar


Los juguetes ecológicos son una opción cada vez más popular entre padres y educadores por sus numerosas ventajas para los niños y el medio ambiente. Aquí veremos algunos de los beneficios que ofrecen estos juguetes:

Saludables y seguros para los niños


Aunque chuparse el pulgar no es un tema de preocupación, hay que prestarle cierta atención, ya que con el tiempo se pueden identificar ciertas consecuencias importantes, como una mala deformación en los dientes delanteros o anomalías en la quijada mandíbula.

Impacto negativo en la salud oral


Las afecciones por este hábito varían de acuerdo a la frecuencia y forma en la que se haga. En líneas generales, uno de los impactos negativos por chuparse el dedo pulgar es desarrollar otras enfermedades como acumulación de sarro, caries, gingivitis o algunas infección por succionar algún objeto con bacterias.

Desarrollo dental afectado


Otra de las consecuencias de chuparse el dedo es que la cavidad bucal puede sufrir ciertas anomalías, como el crecimiento insuficiente del maxilar superior o deformaciones importantes en el paladar, debido a la presión del dedo al momento de chupar.

¿Por qué los niños se chupan el pulgar?

¿Cuándo debería preocuparse un padre?


El hábito de usar el chupete no causará preocupación hasta que aparecen ciertos síntomas que perjudican el libre desarrollo de los niños. Una de las razones por las que estar alerta, son es por las infecciones orales que pueden surgir.

Consejos para detectar problemas de salud oral


Es claro que chuparse el pulgar puede tener efectos terapéuticos para los niños, pero también puede ser el responsable de un sinfín de enfermedades orales. Algunos de los puntos a los que hay que estar alerta en este aspecto son:

  • Acumulación de residuos en los dientes.
  • Deformación de los dientes delanteros.
  • Hundimiento en la zona del paladar.
  • Fiebre o malestar general en el niño.

La observación constante es una de las mejores alternativas para prevenir cualquier enfermedad.

Señales de precaución 


Los primeros años de vida son uno de los más retadores por ser los de mayor crecimiento y aprendizaje. Es por eso que debes estar atento a ciertas señales como:

  • Inflamación y sangrado de las encías como respuesta a una gingivitis. 
  • Molestias y dolor en la zona bucal que puede estar relacionado al nacimiento de los dientes de leche. 
  • Mal olor en la boca.
  • Cambios de color en las encias.

Métodos para ayudar a los niños a dejar de chuparse el pulgar


Si estás pensando en cómo ayudar a tu hijo para que deje el hábito de chuparse los dedos, existen varios métodos que te serán de gran utilidad. Elegir el más adecuado dependerá de cómo lo viva tu hijo para saber exactamente con ello cómo ayudarlo.

Terapia conductual
Una de las primeras opciones de apoyo en el proceso de dejar de chupar el pulgar es asistir a terapias con un psicólogo, para que ayude al niño y a los padres sobre cómo ir dejando esta conducta que podría ocasionar consecuencias a futuro.

Reforzamiento positivo
Consiste en incentivar con palabras positivas a los pequeños. Cuando impulsamos y les comunicamos que lo están haciendo bien se refuerza la sensación de protección y seguridad.

Apoyo emocional
El acompañamiento es uno de los recursos más efectivos para que los niños dejen de chuparse el dedo. Una forma de apoyarlo es leerle un cuento antes de dormir para que se distraiga y así no lo haga.

El papel de los padres en detener el hábito


Los padres como guías en la crianza de los más pequeños debemos estar atentos a sus reacciones. Es allí en donde podemos trazar un plan para detener este hábito y que no vaya a mayores.

Prevención del hábito
Los pediatras aseguran que una excelente forma de prevenir que un niño se chupe el dedo es a través de recordatorios, indicando que ya debe dejarlo y sustituir ciertos comportamientos que detonaron la necesidad de ello. Por ejemplo, si tiene hambre y se chupa el dedo, lo ideal es reconocer sus horas de comida para evitarlo.

Apoyo para superarlo
No todos los niños viven el proceso igual. Por lo general, es un hábito que desaparece a los dos años. Pero en los casos más severos, este puede tener una duración de 6 meses e incluso un año. Si este es tu caso, no maltrates a tu hijo y apóyalo desde el amor guiando para que abandone ese vicio.

¿Por qué los niños se chupan el pulgar?

Alternativas para chuparse el dedo


Contrarrestar la acción de chupar el dedo es posible haciendo que se sustituya ese hábito por otros más saludables. Existen objetos que pueden funcionar para brindar seguridad en el niño con lo que se trata de escoger uno de ellos.

Otras formas de satisfacer la necesidad de seguridad y consuelo
Los abrazos y las demostraciones de amor pueden hacer sentir a tu hijo protegido, sobre todo si se encuentra en la etapa de exploración. En los momentos que veas que se lleva la mano a la boca, dale cariño y aleja la extremidad poco a poco.

Peluches, mantas y otro objetos
Esto se aplica más que todo nada a la hora de ir a dormir, donde los niños sienten miedo de quedarse solos. Un consejo es utilizar objetos de su color o personaje favorito para ofrecerle una sensación de paz y calma.

Consejos para mantener una buena higiene oral 


Al igual que en el caso de los adultos, los niños también deben crear hábitos de higiene bucal. Independientemente de si tienen dientes o no, las rutinas deben incluir tanto el cepillado como las visitas al odontólogo.

Cepillado de dientes y encías
Cuando se comienza a ingerir comidas sólidas, es el momento de aplicar el cepillado con un producto de cerdas finas. El cepillado debe tener una duración de 5 minutos aproximadamente.

Visitas regulares al dentista
Existen odontólogos pediatras que se encargan de visualizar la forma en la que crecen los dientes para cuidar su salud. La visita a este especialista se debe dar de entre dos a tres veces al año.

Conclusión: ayudando a los niños a superar el hábito de chuparse el pulgar


Es importante que sepas que el proceso para dejar el hábito tiene que ser desde el amor ya que habrá momentos en los que tu hijo se resistirá a dejarlo. Existen casos de niños que lloran varias horas por no poder chuparse el pulgar. Para estos momentos, lo ideal es ofrecerles otras soluciones que lo motiven a avanzar. Todo es posible respetando sus tiempo y teniendo mucha paciencia en el proceso.